Cinco trucos efectivos para fomentar
la lectura en los más pequeños
Jesús López Moya • 01/10/2014
Tomado de la página:
De sobra son conocidas las bondades de la lectura: mejora la actividad cerebral a todos los niveles, desarrolla la capacidad de observación y análisis, favorece la atención, potencia la creatividad y la imaginación… Presentar todos los beneficios de la lectura se antoja casi imposible, pero sí que podemos acercarnos a cómo influye en el desarrollo emocional de los niños con tres ejemplos muy esclarecedores:
Ignasi Blanch |
– Según recientes estudios llevados a cabo
por Raymond Mar (Universidad de York, Canadá) y Keith Oatley (Universidad de
Toronto), la lectura modifica el carácter y las emociones e, incluso, la
personalidad. De este modo, aseguran, los que leen asiduamente captan mejor las
emociones y las hacer suyas con facilidad, favoreciendo el desarrollo de la
empatía.
– La literatura infantil, además de suponer
el primer contacto de la infancia con las creaciones literarias, constituye un
excelente recurso a la hora de desarrollar su personalidad, creatividad,
imaginación y juicio crítico (Escalante y Caldera, 2008).
– Marchesi (2005) afirma que la lectura nos
pone en contacto con otros sentimientos, otras experiencias y otras vidas, lo
que permite a los niños superar el individualismo y conectar con las intenciones,
expectativas los anhelos y frustraciones de otros.
Para empezar, nunca obligar
Si obligar a leer fuese efectivo, seguramente
nuestras puntuaciones en los diferentes estudios sobre hábitos de lectura
resultarían extraordinarias. Pero no, no lo son.
La base sobre la que se sientan las últimas
investigaciones invitan a que la lectura se fomente desde la diversión, la
motivación y, muy especialmente, mostrar la lectura como una vía de ocio más
que complemente a otras (videojuegos, televisión, etc…). La lectura nunca es
sustituta de otras vías de entretenimiento, sino que es una más.
Niños reales, trucos reales
Noemí Villamuza |
En muchas ocasiones, la excesiva influencia pedagógica ha mostrado técnicas de animación a la lectura que han resultado ser poco efectivas. A continuación, y apoyado en recientes estudios de la Fundación Germán Sánchez Ruipérez, la editorial Scholastic o el SOL (Servicio de Orientación de Lectura infantil y juvenil), paso a mostrar cinco trucos que resultan muy útiles para fomentar el hábito de la lectura:
1. Los padres y maestros, modelos a imitar.Un
niño que ve en casa o en el colegio gente que lee tiene muchas más
posibilidades de interesarse por la lectura por el principio de imitación. Si
te resulta posible, lee junto a él, esto le reforzará enormemente. Te invito a
una prueba muy sencilla: compra un álbum ilustrado o un libro infantil sin
decir nada a tu hijo y déjalo en un lugar visible pero no alcanzable. Fomenta
su curiosidad, háblale de él…¿qué crees que ocurrirá?
2. Lleva a tu hijo a una librería infantil.
Por suerte, tenemos muy buenas librerías infantiles en nuestro país. Llévale
una tarde, sin previo aviso, a una actividad en una librería. Las librerías
infantiles están pensadas para que el niño vea, toque y disfrute de los libros.
Déjale elegir cuáles le gustan sin cortapisas (que elija tres o cuatro), y tras
esto pide consejo al librero sobre cuál es la mejor opción. El niño se sentirá
muy ilusionado y se sentirá parte activa en la elección del libro.
3. La narración oral. Contar cuentos, historias
o anécdotas forma parte de este proceso. Todos llevamos un pequeño
cuentacuentos dentro, explotémoslo. Además, bastará participar de un repertorio
reducido al que se le pueden añadir técnicas de creación muy sencillas (por
ejemplo, inventar finales distintos a las historias, cambiar las cualidades de
los personajes, situar la acción de los cuentos en lugares conocidos, etc…).
4. Dramatiza sus lecturas. Los niños
disfrutan enormemente de las actividades teatrales. Comparte con él pequeñas
dramatizaciones de las lecturas que esté llevando a cabo (invítale a que ponga
voces distintas en los diálogos, realiza pequeñas representaciones de
fragmentos atractivos, utiliza disfraces…)
5. Crea historias junto a tu hijo. Durante
muchos años, la perspectiva de ver al niño como sujeto pasivo en el proceso
lector ha lastrado los procesos de animación. El niño desea ser activo, crear,
participar y sentirse parte de los cuentos. Cread juntos historias,
escribidlas, compartidlas, ilustradlas… Todo ello genera tal entusiasmo en los
niños que se está mostrando como una de las técnicas más eficaces.
BIBLIOGRAFÍA
Marchesi Ullastes, Álvaro. “La lectura como
estrategia para el cambio educativo” en Revista de Educación, núm.
extraordinario 2005, pp. 15-35.
Escalante, Dilia Teresa y Caldera, Reina
Violeta. “Literatura para niños: una forma natural de aprender a leer” en
Revista EDUCERE, Universidad de Los Andes, Venezuela, 2008.
No hay comentarios:
Publicar un comentario