16 jun 2014

Recomendado, tomate el tiempo para leer este articulo, totalmente recomendada: "Cómo una ciudad pasó del miedo a la esperanza"

HABLANDO DE CIUDADES (REALMENTE) MARAVILLOSAS


Medellín es una ciudad que se reinventó. La resiliencia (la capacidad de salir desde el fondo del pozo, a pesar de la adversidad) es su gran valor. Todavía hay gente que recuerda cuando el nombre de esta ciudad colombiana, “la de la eterna Primavera”, era asociado a muerte. Allí se registraban los mayores índices de violencia del continente. Era la capital del narcotráfico. La desigualdad social -el gran problema todavía por vencer- era la marca que parecía imborrable. Sin embargo Medellín encontró un cauce para reinventarse y así, renacer. La propuesta fue apostar al desarrollo urbano, integrando a una ciudad dispersa y con abismos funcionales acordes a las muy diversas condiciones socioeconómicas de sus habitantes. Eso empujaba -como pasa aquí y en la China, literalmente- hacia afuera a los sectores con menor capacidad de resistencia.


El afuera -de nuevo: aquí y en donde sea- es a las márgenes perimetrales de las ciudades, en donde no hay ni quien tome las estadísticas de degradación humana, pero también es en la periferia de la convivencia: el crimen organizado y el no organizado, la consecución por la vía violenta de los objetivos, la violentización de los conflictos que naturalmente tiene toda sociedad. Y en Colombia, además, la incorporación a cualquier fuerza paramilitar o guerrillera que prometiera, al menos, un plato de comida, sino una ilusión. Con los barrios (las comunas) tomadas por las milicias de todo tipo, suplantando al Estado ausente, el plan encarado por la gestión comunal y continuada por las sucesivas administraciones no fue un clásico “touch and go” latinoamericano, de propaganda y cosecha de votos.

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Este articulo fue tomado de:
http://www.mdzol.com/nota/535944-como-una-ciudad-paso-del-miedo-a-la-esperanza/


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